Las empresas ya no compiten de manera directa entre ellas, sino mediante sus cadenas de abastecimiento. Algunas han optimizado tan bien sus procesos que cada vez es más difícil mejorar. En ese sentido, han empezado a mirar a sus socios para buscar mayor eficiencia y lograr beneficios mutuos.

Un perfil acorde a los cambios

Si bien existe una mayor demanda de personal para logística, el principal déficit se registra en las habilidades necesarias para destacar en este mercado. Todo profesional debe saber integrar diferentes áreas de sus organizaciones para garantizar el éxito a mediano y largo plazos. Para lograr sus metas, es necesario desarrollar proyectos colaborativos y mejorar la relación con sus stakeholders.

Los especialistas requieren tener un conocimiento más integral en la gestión de la cadena de abastecimiento, ya que así lo desean las empresas para adaptarse al avance de la tecnología. A su vez, las tecnologías de la información (TI) fomentan y requieren una mayor interacción entre las áreas de la organización y entre las empresas de la cadena. Por ello, cada vez se valora más el componente relacionado con las habilidades blandas en logística, por la gran importancia de la gestión de relaciones y comunicación entre los actores.

La habilidad de interrelacionarse, la predisposición a los cambios y la apertura a las nuevas tecnologías son factores inherentes al perfil de estos profesionales. Deben ser muy flexibles y capaces de evaluar, adaptar e implementar nuevas tecnologías de manera ágil en un mercado de cambios constantes. Esta capacidad es muy exigida por las empresas en sus operaciones logísticas y sus cadenas de suministros.

Es clave también manejar los conceptos de proyectos colaborativos y mejora de procesos aplicados a la logística, así como las herramientas que soportan estos aspectos. La actualización constante es fundamental para ser un buen profesional del sector. ¿Cómo se capacitan los profesionales de logística de tu compañía? Cuéntanos sus experiencias.